El índice de infestación larvaria supera ampliamente los estándares aceptados por organismos internacionales. La eliminación de criaderos de mosquitos es una acción necesaria para evitar enfermedades arbovirales, como dengue, zika y chikungunya.

La Lic. Liliana Ayala, encargada del Programa Nacional de Control Vectorial del Dengue, informó que los indicadores actuales de infestación larvaria no son los más favorables, teniendo en cuenta los estándares internacionales para que un territorio pueda considerarse libre de riesgo o alerta de la infestación del vector transmisor del dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla.

“Nuestro referente, la Organización Panamericana de la Salud, menciona que, para que esté satisfactorio, el índice debe ser menor a 1%, situación que no se da en nuestro país, ya que es endémico para dengue y tenemos distribución aédica en todo el territorio nacional. Eso hace que nuestros índices de infestación sean bastante heterogéneos”, indicó la profesional.

En estos momentos, los índices de riesgo alto que hay que tener en cuenta son de Ñeembucú, Alto Paraná y Presidente Hayes, al igual que algunos distritos de Central, como San Lorenzo, Ñemby, y también la capital del país.

Igualmente, la Lic. Ayala mencionó que el periodo de sequía pudo haber provocado un resultado de solo “alerta” en distritos con históricos muy altos, como Concepción, Caazapá, Hernandarias, Fernando de la Mora, entre otros, en los cuales dicha situación podría cambiar a “riesgo” en las próximas lluvias, si no se realizan las labores preventivas en cada hogar.

En este sentido, el Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (SENEPA) continuamente realiza intervenciones de vigilancia entomológica, bajo el método del Levantamiento de Índice Rápido de Aedes aegypti (LIRAa), a los efectos de localizar los criaderos del vector transmisor de las Arbovirosis y enseñar a las familias a mantener un entorno saludable.

La vigilancia entomológica y el control de vectores en la visita domiciliar, realizados por los auxiliares de campo y jefes de brigadas, es fundamental para verificar la presencia de criaderos, orientar a los propietarios sobre su eliminación y sobre las medidas preventivas, identificación del foco y tratamiento del mismo.

Los tipos de recipientes que sirven de criaderos y que se encuentran, frecuentemente, son los tanques elevados, tambores, baldes, cántaros, pozos, floreros con agua, platos de macetas, registros, canaletas, piletas, botellas, neumáticos, botellas, latas, y algunos criaderos naturales, tales como agujeros en árboles, piedras o axilas de plantas.

La tarea y la responsabilidad son de cada uno en la vivienda, así como de los gobiernos locales y departamentales, que deben garantizar la recolección de residuos y trabajar para mantener los espacios públicos libres de objetos con agua estancada.